Más información aquí

1. EJERCICIO DE “LA BALANZA”
Dibújate una tabla con dos cuadrantes, en uno coloca lo bueno que conseguirás si cumples con la dieta y en otro lo que no te gusta de ello. Intenta responder a las preguntas que se plantean, siendo lo más sincera posible contigo.

Cuando contestes, es importante que seas lo más concreta y específica posible. Por ejemplo, en el cuadrante de lo bueno de hacerla no pongas solo “mejorar mi salud”, escribe concretamente qué aspecto de tu salud va a mejorar.

Cuanto más concretes, más te identificarás con los motivos y más claro tendrás si te merece la pena o no hacer el cambio en tu alimentación y en tu estilo de vida.